
Los seres humanos padecen sus miserias y enfermedades como patologias psicológicas, que llegan como caídas del cielo pero que solo son reflejo de su esencia decadente y de la mediocridad que impide salir de esa condicion, no es un castigo divino, la podredumbre emana desde el fondo de cada ser corrompiendolo todo.
¿Son acaso las epidemias y nuevos virus un mecanismo de autorregulación para detener el crecimiento de la población y tal vez refrenar el crecimiento de su maldad inherente?
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